*Cientos de personas se dieron cita en el santuario para venerar a la patrona de los tlaxcaltecas
Movidos por su fe, cientos de personas de todas las edades arribaron la noche del domingo 14 de mayo a la Basílica de Ocotlán de la ciudad capital de Tlaxcala para cantar las tradicionales mañanitas a la Virgen María, que este año fue ataviada con un manto azul y velo blanco.
Entre los asistentes se encontraba la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, que junto con sus seres queridos acudió hasta el altar del santuario para dar gracias a la patrona de los tlaxcaltecas por las bendiciones y favores concedidos.
Minutos más tarde, el cantante huamantleco Carlos Rivera acompañado de un conjunto de mariachis dio serenata a la Virgen de Ocotlán con las canciones “Mi canto es para ti”, “Te soñé, Tlaxcala” y finalmente interpretó “Las mañanitas”, que fueron coreadas y aplaudidas por todos los presentes.
“Viva nuestra virgencita de Ocotlán y viva Tlaxcala, que nos bendiga siempre”, exclamó al terminó de la primera melodía.
Al concluir su acto, el también embajador cultural del estado mencionó que finalmente pudo cumplir su deseo de cantarle a la virgen, en una fecha que es muy especial para los tlaxcaltecas.
“Lo quería hacer desde el año pasado, en octubre, pero tuve que trabajar y este año hicimos todo lo posible por estar aquí, es un regalo de corazón para la virgen porque le tengo un especial cariño. Con mucho orgullo estamos mostrando a Tlaxcala por todo el mundo, pero no nada más hay que ir al mundo, también hay que estar aquí en nuestra tierra”, enfatizó.
De igual forma, la gobernadora Lorena Cuéllar expresó su felicidad por “estar este día tan especial con la virgen, escuchar a Carlos Rivera cantarle fue muy emotivo, era su sueño desde hace muchos años y hoy se juntaron su corazón y el mío para venir. Pidamos a la virgen cosas hermosas para Tlaxcala, que le vaya muy bonito a nuestro estado y que nos proteja”.
La titular del Ejecutivo local y el cantautor saludaron y se tomaron fotografías con las y los fieles católicos, que con ansias esperaban la salida de la Virgen de la Basílica de Ocotlán para acompañarla en su recorrido por las principales calles de la ciudad capital.