El inicio del torneo Mundial de Voleibol de Playa que tendrá como sede tres municipios de Tlaxcala, no oculta la realidad represiva e intolerante que distingue al Gobierno del Estado de Tlaxcala, señaló la Diputada, Blanca Águila Lima.
Al hacer uso de la Tribuna Legislativa, la legisladora local indicó que la justa deportiva llega antecedida de los actos de intolerancia y represión en los que incurrió el Estado ante manifestaciones y protestas de diversos sectores sociales.
En su intervención, cuestionó el temor del Estado ante las movilizaciones sociales al disponer de hasta mil 115 elementos de fuerza de los tres órdenes de gobierno, 80 vehículos de seguridad y 10 caninos, así como un helicóptero para resguardar este evento deportivo.
Este operativo representa, dijo, una clara advertencia de la administración estatal para reprimir a las organizaciones sociales y activistas que han anunciado más protestas en contra de medidas y acciones que ha adoptado la administración encabezada por Lorena Cuéllar Cisneros.
2 de octubre de 1968, de contexto similar con lo que pasa en Tlaxcala
En el marco del recuerdo del 2 de octubre de 1968, Blanca Águila Lima comparó los hechos ocurridos hace 55 años en términos represivos, con lo que ahora antecede al mundial de Voleibol en Tlaxcala, pues coincidentemente se dispone del estado de fuerza para disolver las legítimas manifestaciones sociales.
“Si bien hay que garantizar la seguridad de los asistentes, consideramos que, de fondo, su gobierno pretende lanzar, nuevamente, un mensaje de advertencia a quienes pretendan ejercer su libre derecho a la manifestación”, sostuvo.
Por ello, la Diputada local priísta remarcó que ni la violencia ni la represión serán el camino para la solución de las demandas sociales, “el hostigamiento laboral, jamás podrá calmar las voces de trabajadoras y trabajadores que se convierten en el soporte de una administración en el servicio público”.
Blanca Águila refrendó su compromiso y respaldo a las luchas sociales que no pueden soslayarse ni ignorarse en el marco de un evento internacional que tiene como sede Tlaxcala, pero que no oculta los reclamos que representan los diferentes grupos sociales.