El sueño americano no solo implica dejar tu tierra, sino, hacer varios sacrificios. Uno de ellos es dejar a la familia. Abel es paisano Tlaxcalteca originario de Terrenate, de la comunidad de Nicolás Bravo, quien se vio en la necesidad de migrar para buscar una mejor oportunidad de vida para él y su familia.
El 7 de noviembre del año pasado, Abel tomó la decisión de migrar a Estados Unidos. Inicialmente llegó a Nuevo México y 5 meses después se trasladó a
Indiana, donde lleva 4 meses y medio.
En entrevista para el Colectivo por una Migración sin Fronteras, Abel compartió que su proceso ha sido difícil, sobre todo por haber dejado a su esposa e hijo.
“Es difícil, porque tengo un bebé de dos años y medio. Pero debemos echarle ganas más que nada por ellos, trabajar para que puedan estar mejor”.
La gran decisión
Abel relata que la decisión de irse a Estados Unidos fue a raíz de darse cuenta que lo ingresos no eran suficiente. Aunque trabajaba en un Comité de Salud Animal del estado de Tlaxcala pues no le alcanzaba el dinero que ganaba para sacar adelante a su esposa e hijo. “Si ves que no sale y que vas al al día, eso no se puede permitir cuando uno tiene un hijo”, dijo.
Este tlaxcalteca es veterinario y afortunadamente ha podido desempeñar su carrera en Estados Unidos gracias a uno de sus primos que lo contactó con el manager del rancho donde actualmente ambos laboran.
“En Nuevo México llegué a un rancho de vacas y también en Indianápolis estamos trabajando en uno. Aquí inicialmente llegué trabajando en el área de maternidad. Atendía a las vacas próximas al parto, en tres corrales checaba a las que estaban a punto de parir”.
Luego de tres meses, lo movieron y actualmente está en un departamento que se le denomina General. Allí realiza diferentes actividades.
Hablando de decisiones, Abel platicó que el haberse inclinado por la carrera de veterinaria fue por la cercanía que tenía con los animales en su casa. Además, tenía la facultad muy cerca; sin embargo, al entrar a la carrera se dio cuenta que tenía diferentes ramas para desenvolverse laboralmente.
Lo que sigue para Abel
La empresa donde labora, brida la oportunidad a sus trabajadores para sacar los papeles de sus familiares y así poderlos llevar al extranjero. Idea que Abel tiene en mente poder llevar a cabo en un par de meses. Pero esto sería de manera temporal, porque entre sus planes también está juntar dinero para poder poner un negocio rentable en el Estado. Es decir, retornar a Tlaxcala.
La estancia en Estados Unidos
En Nuevo México, Abel relata que “algunos paisanos de cierta manera se portan un tanto groseros con la idea de que les vas a quitar su trabajo”. Otra situación que ha vivido por allá es con las personas que migran a Estados Unidos sin papeles. “A veces son un poquillo mala onda, también las que están aquí sin documentos; creen que porque uno llega con visa es más y se siente alguna indiferencia de su parte”.
Al respecto de los retos de nuestro paisano, Abel refiere la barrera del idioma:
“Ahí ha estado realmente complicado, porque yo realmente no hablo nada de inglés y si es muy complicado en la comunicación”.
A pesar que con la ayuda del traductor y el internet se ha podido comunicar, nos comenta que es bien diferente la comunicación al estar escribiéndolo a que puedan interpretar algunas frases. A pesar de esto, ha encontrado disposición de algunas personas extranjeras al compartirle indicaciones y se ha encontrado con la facilidad de tener siempre a alguien en el trabajo que habla español.
Desde el Colectivo por una Migración sin Fronteras que piensa el fenómeno migratorio desde diferentes esferas y significados, al preguntarle a Abel qué pensaba al escuchar la palabra Migración, respondió:
“Movimiento, moverse a un lugar donde te puede ir mejor”