Al reconocer a Desiderio Hernández Xochitiotzin como un maestro de la complejidad visual en su obra, además de legar una narrativa histórica para los tlaxcaltecas y para la futura investigación sobre su trabajo, los ponentes de la primera fecha del Coloquio Centenario del Maestro Xochitiotzin coincidieron en la importancia nacional e internacional del pintor para aceptar a la tlaxcaltequidad como una clara identidad colectiva.
Durante la primera ponencia, “Xochitiotzin, la pintura como narrativa histórica”, el Doctor Jaime A. Morera y González destacó que “el genio del Maestro Xochitiotzin logra una composición sumamente compleja en los murales del Palacio de Gobierno de Tlaxcala al tocar muchos temas diversos a través de una lectura visual que resulta sencilla dentro de la riqueza de las figuras. Allí percibimos el esfuerzo del artista, con trazos suaves, poco dramáticos”.
Nuria Rangel Germán, durante su ponencia “Documentos sobre la vida, la comida y la muerte en la obra de caballete del maestro Xochitiotzin” dijo que “el Maestro entendió, a través de sus rígidas experiencias de vida y sus agudas composiciones de caballete comunicar el balance de los elementos y son ejemplo para una forma de vivir y morir. Reivindica a la Tlaxcala vilipendiada, negada, sobreviviente. Xochitiotzin representa observación artística, que la vida es breve y la vanidad, intrascendente. Todo esto de forma amplia en su obra, que además de cumplir una razón histórica, hace disfrutar al observarla”.
El Antropólogo Juan Carlos Ramos Mora en su ponencia “Oralidad tras la obra pictórica de Xochitiotzin” afirmó que “hacer un mural es hacer una historia para el pueblo de hoy, del de mañana y del de pasado mañana; dejar testimonio en el mural hasta donde sea posible, tratando de alcanzar la verdad histórica, decía Xochitiotzin. Su oralidad siempre se consideró esencial y prioritaria como primer modo de comunicación; también, fue una forma simbólica de relación con el propio mundo, que permite la propuesta de transformación de los sujetos a través de la sociedad, desde una perspectiva antropológica; su oralidad como base de acceso al mundo cultural”.
La obra de caballete de Xochitiotzin es tan variada y unificada como el rizoma. Sus aportaciones que se siguen multiplicando a pesar de su ausencia, su tallo sigue vivo y generando nuevas raíces. Desiderio sabe acomodar su imaginación en el lugar que le corresponde para no obstaculizar el archivo de imágenes, de vivencias, charlas, intereses, cargando con la responsabilidad de no perderse en el camino trazado.
No se sabe si las imágenes son reales o provenientes de su imaginación. En el caballete se siente y se vive la otra cara del Maestro”: Maestra Mariana Herrera Molina, en su ponencia “Iconografía, iconología y simbolismo de la pintura de Xochitiotzin”.
“Xochitiotzin concibió al Palacio de Gobierno de Tlaxcala como un todo. El mural es la piel de los edificios y la escalera es una transición. La piel de la planta baja se manifiesta de forma contundente con nuestras raíces con sentido de pertenencia para todos los tlaxcaltecas. Es esencia arquitectónica para recrear la idea antigua del gran Tlaxcallan.
Así, se cumple el quehacer de muralista como un oficio, como parte de los grandes muralistas mexicanos”: Maestra Oralia Ramírez Sánchez, en su ponencia “La tlaxcaltequidad como eje transversal identitario del maestro Xochitiotzin”.
“Desiderio planea la tesis de la mezcla de grupos étnicos antiguos desde antes de la llegada de los españoles en un proceso biológico de encuentro de varias razas en diferentes tiempos que aportan su cultura y su sangre. Nuestra zona delimitada es, en realidad, una zona rica en mestizaje. Luego de un gran trabajo de fuentes, Xochitiotzin concluye que por la región de Tlaxcala pasaron diferentes grupos étnicos que hicieron una red de elementos religiosos, culturales y militares nuevos. Teotihuacanos, acolhuas, totonacos.
Cuando los españoles llegan a Mesoamérica inicia el ultimo mestizaje. Tras esto, Tlaxcala sobrevive a La Conquista, derrota a los chichimecas en el norte, crea la alianza hispano-tlaxcalteca. Se mezclan aún más, pero conservan su identidad, cultura y tradiciones.
Desiderio explica de forma clara y sencilla el mestizaje y nacimiento de la identidad mexicana. El grupo étnico vencido es el vencedor, quien otorga a la nueva sociedad su cultura mayor porcentaje. Los tlaxcaltecas siguen dando al país la identidad de lo mexicano”: Antropóloga Eva Suárez Alderete en su ponencia “Identidad y mestizaje desde los ojos de Xochitiotzin”.
“Xochitiotzin se adelantó en el tiempo durante su búsqueda de significar a la cultura tlaxcalteca y empujó a muchos otros que ahora hablan del tema. Es un agente social que habló de lo que en su época estaba vedado. Un tlacuilo moderno, el tlamatini que traduce el mensaje por el bien de la cultura.
En la Fundación nos hemos dedicado a difundir su obra, su investigación, sus ideas, a través de diversas publicaciones desde 2009 para que sirva como un testimonial historiográfico para el futuro y reconocer la tlaxcaltequidad como una colectividad.
Así, el maestro Xochitiotzin nos sigue y nos seguirá hablando”: Licenciada Mitlzin Sarmiento Xochitiotzin, durante su ponencia “Divulgar la historia, entre la biografía y la obra de Xochitiotzin, proyecto editorial”.
“Esta es la fecha propicia para exaltar las virtudes de un hombre que tomó el pincel y le recordó a Tlaxcala, a México y al mundo que la verdadera identidad tlaxcalteca sigue viva a 500 años de La Conquista. Se debe luchar por la reconciliación con el pasado para superar el constante dilema identitario.
La alianza entre españoles y tlaxcaltecas se dio hasta después de que los dos grupos ya se conocían y sabían qué podían obtener unos de otros. Xochitiotzin representó los hechos históricos de La Conquista en los que plasma el sentir de los tlaxcaltecas para resaltar esa tlaxcaltequidad en la sociedad actual”: Maestro Luis Manuel Vázquez Morales, en su ponencia “La imagen de La Conquista en los murales de Xochitiotzin”.